martes, 10 de enero de 2017

Entrevista a Alberto Luchini, redactor jefe de La Luna de Metrópoli

La Luna de Metrópoli es una revista cultural de carácter nacional que se publica cada viernes. Se trata de un suplemento del diario El Mundo que, por tanto, forma parte del grupo de comunicación Unidad Editorial. Esta publicación recoge las novedades del panorama cultural en el ámbito del cine, el teatro, la música, el arte y la gastronomía, y las pone al servicio de los lectores. 

Alberto Luchini es el redactor jefe de La Luna de Metrópli, donde trabaja desde 1996. Experto en cine, además de dirigir la publicación tiene su propio espacio para hablar del séptimo arte, el blog Soñar Despierto.

¿Cómo definiría La Luna de Metrópoli?

Metrópoli es una revista principalmente encaminada al ocio con la intención de ayudar al lector a planificar su tiempo libre. La palabra que define a Metrópoli es “servicio”. Está destinada a un lector con inquietudes culturales y sociales de nivel medio-alto, porque no solo tratamos Cultura (cine, música, arte…), también hay sitio para los bares de copas, las tiendas, etc.

¿Cuál es el objetivo de la revista?

El objetivo número uno es dar servicio al lector, que toda la información que aparezca en la revista sea útil y ayude a planificar el tiempo de ocio. El tiempo libre es uno de los grandes tesoros que tiene la gente y quieren aprovecharlo lo mejor posible, por ello le damos las claves para que inviertan su tiempo y su dinero en ello. En segundo lugar, el fin es entretener al lector con noticias y reportajes de calidad.  

¿Dónde está la línea que separa el periodismo de la publicidad en este tipo de publicaciones?

Evidentemente, hay una delgada línea entre el periodismo y la publicidad en cualquier cosa que aparece publicada. Es inevitable, cuando hablas de algo estás dándolo a conocer y difundiéndolo.  La revista vive de la publicidad pero somos totalmente independientes desde el punto de vista de la redacción de los contenidos. Los contenidos se deciden en redacción, nosotros somos quienes valoramos la información que damos en función de dos criterios: la calidad y la demanda del público.

¿Cuál es su opinión acerca del periodismo cultural?

Al periodismo cultural le está pasando como a la Cultura: se está convirtiendo en el hermano pobre y tonto. En España el periodismo cultural tiene una gran tradición, no hay más que ver artículos del siglo XIX con autores como Larra para darse cuenta del prestigio que ha tenido este tipo de información en nuestro país. Ahora el periodismo cultural está mancillado por los intereses económicos y sociales pero afortunadamente sigue habiendo grandes firmas que aportan calidad al sector.

¿Los blogs de cultura son competencia para las publicaciones impresas?

El consumidor tiene que tener el suficiente criterio como para distinguir de quien se fía y de quien no. Las revistas cuentan con profesionales que han demostrado a lo largo de los años tener un criterio del que el lector se puede fiar. Creo que los blogs dan prestigio a las publicaciones serias porque demuestran lo bien que hacemos las cosas los profesionales.

¿Qué diferencia a Metrópoli de otras publicaciones?

El criterio. Llevamos treinta años haciendo esto, tenemos un equipo de profesionales que sabe de lo que habla: tanto los que hablan de cine como los que hablan de música, arte, teatro o gastronomía. Detrás de cada información hay investigación, inversión de tiempo y profesionalidad.